En Orillas del Quilquihue buscamos ofrecerle siempre la mayor libertad.
Todo el diseño puede ser armónico entre la vista al río, los pinos y el diseño elegido conjuntamente con su arquitecto para construir su casa.
Difícilmente un country suburbano pueda hablar de “fauna”, un término más propio del campo que de prolijos jardines. En Orillas del Quilquihue por el contrario, Liebres, algún zorro curioso e incluso ciervos corriendo a la distancia, hacen a un paisaje que está siempre vivo.
Con toda una ciudad a veinte minutos, el resultado es único; sentirse muy lejos, estando muy cerca.